[Recetas] Mermelada casera de fresa

Mermelada es una palabra que me hace feliz y que me transporta a la época de mi infancia, compartiendo buenos desayunos en familia, haciendo tostadas calientitas y deslizando un poco de mantequilla, mermelada o las dos, acompañadas por una taza de café con leche o chocolate. Es una combinación tan especial que parece abrazar el interior mi pancita.

La mermelada casera es una buena manera de dar salida a productos de estación y nos permite alimentarnos de una forma más saludable, sin privarnos del placer de comer cosas deliciosas con poco o cero azúcar, además de evitar colorantes, conservantes, entre otras muchas cosas, que son adicionadas a los alimentos industrializados.

La receta es muy sencilla y si prefieres puedes usar azúcar o cambiarlo por endulzante sin calorías tipo  SPLENDA®, teniendo en cuenta que sea propio para cocinar y hornear.

Antes de comenzar debes higieniza las fresas removiendo residuos manualmente. Luego lávalas una por una en agua corriente sin retirar el tallo ni las hojas. Sumerge las fresas en un recipiente que contenga 10 ml de cloro o 20 ml de vinagre blanco por cada litro de agua, por un espacio de 25 minutos. Pasado este tiempo, escurre el agua y enjuaga muy bien. Si usaste una solución con cloro, puedes sumergir las fresas nuevamente por algunos minutos, en agua con vinagre para eliminar completamente residuos del producto y enjuaga.

Ahora que tus fresas están listas para consumir, puedes secarlas y guardarlas en un recipiente dentro de la nevera, donde se mantendrán en perfecto estado de 2 a 3 semanas. También puedes congelarlas y disfrutar de su sabor en cualquier época del año.

Vamos a la receta!

Ingredientes: 

• 500 gramos de fresas  
• Azúcar media taza o Endulzante SPLENDA® 
• 1 astilla de canela (opcional)
• Jugo de medio limón  

Modo de Preparo: 

Corta las fresas por la mitad y colócalas en una olla con el azúcar o el Endulzante SPLENDA® y la astilla de canela a fuego medio por 20 a 30 minutos. Remueve ocasionalmente durante todo el proceso excepto al comienzo, donde necesitas revolver constantemente para evitar que el azúcar se convierta en caramelo cuando queda en contacto directo con la olla.

En la mitad del proceso adiciona el jugo de limón que activará la pectina de la fruta, lo que dará la firmeza propia de mermelada. Revuelve hasta obtener la consistencia que deseas, teniendo en cuenta que al enfriar será mas espesa.

Si quieres hacer una conserva debes esterilizar los recipientes de vidrio y sus tapas, hirviéndolos durante 10 minutos. Retíralos del agua y vierte hasta arriba la mermelada aún caliente. Tapa bien el recipiente y sumérgelo en agua caliente por 10 minutos más o simplemente dale la vuelta y déjalo enfriar. Durará meses en la nevera, pero queda tan rica que dudo de su existencia después de 2 semanas como máximo!

 Anímate a endulzar tu mañana con algo simplemente delicioso!